¿Te imaginas que Dios tome a su cuidado tu corazón?

El Señor se acerca a nosotros cariñosamente, con amor, con el deseo de ayudarnos, de salvarnos, de consolarnos y protegernos... Él está de nuestro lado dispuesto siempre a llevar nuestras cargas y dificultades en los momentos que pesan demasiado.

Tal y como escribió el salmista: "Los que son de Dios podrán tener muchos problemas, pero él los ayuda a vencerlos". (Salmos 34:19 BLS)

¿Lo crees? No, a veces no es tan fácil... Una cosa es creerlo o afirmarlo, otra muy diferente es que siempre lo sintamos así.

Aun cuando puede que nos consideremos parte de Dios y de su herencia, hayamos cifrado nuestra confianza en Cristo Jesús, y concordemos con plena confianza con las palabras del salmista, a veces por nuestros sentimientos, otras veces por nuestra falta de fe, permitimos que la incertidumbre inunde nuestro corazón, y dejamos que nuestro espíritu se ahogue por sentimientos que nos desconciertan, por dudas, por preguntas que turban nuestra paz.

Y es que, lo más difícil es luchar contra nosotros mismos, contra nuestros sentimientos, contra nuestras dudas y sentimientos más profundos...

¿Qué nos depara el futuro a corto, medio o largo plazo? Mientras esperamos el regreso de nuestro Señor ¿nos mantendremos firmes? ¿Podremos soportar las dificultades y ganar la batalla de la fe?

Me temo que esto no va a ser fácil. Cada día el adversario intenta sembrar más y más dudas en nuestro corazón. Se cuestionan nuestros cimientos como cristianos, se pone en duda todo cuanto creemos, se apela al sufrimiento del mundo para negar la existencia de Dios. El mundo vive en temor y con poca esperanza... Mientras, el odio, el egoísmo y la mentira crecen ocultando lo más hermoso que posee el ser humano, el AMOR.

Jesús mismo dijo en Lucas 18:18: "Pero cuando yo, el Hijo del hombre, regrese a este mundo, ¿acaso encontraré gente que confíe en Dios?" (BLS).

¡La respuesta es sí, no será fácil, pero sí! Si nos apegamos a Dios y a su palabra, igual que sucedió vez tras vez con Israel,  sucederá que se nos sostendrá también a nosotros tal como se le habló a Isaías:

"No temas, que yo estoy contigo. No desmayes, que Yo Soy tu Dios que te fortalezco. Siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia." (Isaías 41:10 NRV)  

¿Tienes dudas, desasosiego, incertidumbre...? Estas son cosas que nacen de nuestro corazón..., de un corazón que seguro que ama intensamente a nuestro Dios, que atesora con completa confianza la esperanza que se halla en Cristo, pero no olvides que es un corazón imperfecto, traicionero como decía el profeta Jeremías, y que muchas veces se equivoca y nos traiciona en forma de pensamientos que nos angustian, debilitan, y que en ocasiones nos hacen caer en sentimientos negativos y depresión.

Sin embargo tenemos sobradas razones para estar  felices aun cuando esto suceda, porque nuestro Dios sabe que somos polvo, sabe que no es fácil el día a día, y por ello nos regala, si se lo pedimos, su PAZ.

"Entonces la paz de Dios, que supera todo lo que podemos pensar, tomará bajo su cuidado los corazones y los pensamientos de ustedes en Cristo Jesús." (Filipenses 4:7  BPD)

¿Te imaginas que Dios tome a su cuidado tu corazón? ¿Te imaginas a Cristo Jesús acariciando y cuidando tus pensamientos?

No temas, la mayor dificultad somos nosotros mismos, pero Dios es mayor que nuestro corazón y conoce todas las cosas; no permitirá que nada nos separe del amor de Cristo, ni siquiera nosotros mismos.

NOTA: Los comentarios, recursos y documentación publicados en este Blog, son de diversas fuentes y ministerios, por lo que no necesariamente concordamos con la totalidad de ellos.